Gloria
Siempre fui muy perfeccionista por el sentimiento de nunca ser suficiente. Con Aitziber me he puesto en paz conmigo misma y he dejado atrás mi autoexigencia y sentimiento de no ser suficiente, rescatando la parte positiva del perfeccionismo que me sirve en algunos ámbitos de mi vida.
Manuel
En el proceso terapéutico con Aitziber aprendí a responsabilizarme de mi agresividad y dejar de sentirme siempre la víctima. Esto me ha posibilitado tener mejores relaciones con los demás y utilizar mi fuerza para cumplir con objetivos que son importantes para mí.
Ana
Llegué donde Aitziber con ganas de mejorar algunos aspectos de mi vida. Por una parte he aprendido a ser más auténtica y a quitarme el miedo a mostrarme vulnerable. Por otra parte, ya no me agobio por cosas que aún no han sucedido. Si las cosas están bien en el presente las disfruto y si no las soluciono con los nuevos recursos y formas de comunicarme que he aprendido.
Alejandra
Con Aitziber he aprendido que para ayudar de corazón a los demás, primero me tengo que cuidar a mí. He conectado con mis necesidades y he aprendido a ponerme límites en el esfuerzo que hago por complacer a los demás.