Jose Manuel
Llegué donde Aitziber después de dejar un trabajo en el que sufrí acoso laboral. Nunca había tenido problemas psicológicos, pero aquello me dejó derrotado. Durante el proceso terapéutico reconecté con mis recursos y mi alegría.
Nerea
Antes siempre vivía preocupada por todo y sentía que no era capaz de conseguir lo que me proponía. Poco a poco he ido ganando fortaleza y dejando de hacer caso a los pensamientos obsesivos que me venían a la mente. Hoy vivo más el presente.
Gloria
Siempre fui muy perfeccionista por el sentimiento de nunca ser suficiente. Con Aitziber me he puesto en paz conmigo misma y he dejado atrás mi autoexigencia y sentimiento de no ser suficiente, rescatando la parte positiva del perfeccionismo que me sirve en algunos ámbitos de mi vida.
Manuel
En el proceso terapéutico con Aitziber aprendí a responsabilizarme de mi agresividad y dejar de sentirme siempre la víctima. Esto me ha posibilitado tener mejores relaciones con los demás y utilizar mi fuerza para cumplir con objetivos que son importantes para mí.
Ana
Llegué donde Aitziber con ganas de mejorar algunos aspectos de mi vida. Por una parte he aprendido a ser más auténtica y a quitarme el miedo a mostrarme vulnerable. Por otra parte, ya no me agobio por cosas que aún no han sucedido. Si las cosas están bien en el presente las disfruto y si no las soluciono con los nuevos recursos y formas de comunicarme que he aprendido.
Alejandra
Con Aitziber he aprendido que para ayudar de corazón a los demás, primero me tengo que cuidar a mí. He conectado con mis necesidades y he aprendido a ponerme límites en el esfuerzo que hago por complacer a los demás.